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No hay nada como salir una mañana al campo y volver con una cesta llena de níscalos ricos para cenarlos esa misma noche, eso si, si se dio bien la mañana, seguramente también podrás comerlos para mañana o invitar a unos cuantos colegas.
Metemos las setas en un tapper o recipiente con agua, y las dejamos ahí durante 15 minutos, no mucho más para que no se empapen demasiado.
Una a una las iremos pasando por un chorrito de agua y suavemente trataremos de limpiarlas por todos lados, sobre todo, entre las laminas de la parte de abajo.
Encendemos el fuego y ponemos las setas en la sartén tal cual, sin aceite ni sal, ni ajo ni nada de nada.
Al cabo de unos minutos veremos como han ido soltando agua, lo suyo es retirar este agua. Si la dejamos esta se consumirá con el calor y nos dejará el plato con algo más de sabor. Tras quitar el agua, añadiremos sal.
Por otro lado, cortamos muy fino el ajo y el chorizo y lo añadimos al mismo tiempo a una segunda sarten que ponemos en otro fuego aparte con un poco de aceite.
Dejaremos el ajo y el chorizo al fuego, removiéndolo continuamente durante 5 minutos.
A continuación añadimos el ajo y el chorizo a las setas y continuaremos removiendo, más o menos durante otros 5 minutos, 10 máximo.